El Índice Líder de la Universidad Di Tella registró en octubre su mayor suba mensual en varios meses, con un avance de casi 6% impulsado por mejoras en siete de sus diez componentes. Sin embargo, la probabilidad de recesión volvió a ubicarse por encima del 98%, lo que revela que la tendencia de fondo aún no logra revertirse.
El salto de 5,97% que mostró el Índice Líder en octubre sorprendió por su magnitud, sobre todo después de las caídas profundas de agosto y septiembre. Impulsado por mejores desempeños en la Bolsa, la recaudación de IVA real, los despachos de cemento y los precios de la soja, el indicador alcanzó los 127,96 puntos y sugirió que las variables más sensibles del ciclo económico podrían estar encontrando un piso. Sin embargo, este repunte convive con una alerta difícil de ignorar: la probabilidad de que el país entre en recesión permanece en 98,79%, prácticamente sin cambios respecto a los meses anteriores.
La clave de esta aparente contradicción está en la serie de tendencia-ciclo del índice, que, pese al rebote, muestra un avance muy tenue de apenas 0,13% tras seis meses consecutivos de caídas. Esa racha negativa es la que marca el umbral de recesión técnica según la metodología del Centro de Investigación en Finanzas. A esto se suma que el EMAE —la referencia más cercana de actividad real— acumuló en agosto su cuarta baja seguida en la misma serie, lo que deja la definición del ciclo económico pendiente de los datos de septiembre y octubre.
El Índice de Difusión ofrece otra señal relevante: pasó de 30% a 70% en un mes, lo que demuestra que la mejora de octubre fue amplia entre los componentes. Aun así, los economistas advierten que un solo mes de subas no es suficiente para confirmar un cambio de rumbo. En términos interanuales, el índice muestra avances moderados que contrastan con la narrativa oficial de una recuperación más vigorosa, especialmente considerando que muchas variables financieras y de commodities tuvieron condiciones favorables.
Con este escenario mixto, la mirada está puesta en los datos de noviembre y diciembre. Si la serie de tendencia-ciclo se sostiene en terreno positivo, la probabilidad de recesión podría finalmente comenzar a descender. Pero si retorna a las caídas, Argentina estaría frente a una nueva recesión técnica, la séptima desde 2005. Para el mercado y el sector productivo, la lectura es prudente: hay señales de alivio, pero el margen para un tropiezo sigue siendo estrecho y la economía continúa transitando una fase vulnerable.








