El auge de las plantas de interior sigue creciendo, impulsado tanto por su valor estético como por los beneficios que aportan al bienestar diario. Sin embargo, su mantenimiento requiere una comprensión básica de sus necesidades, comenzando por la iluminación. Cada especie demanda una intensidad lumínica distinta, y ajustar la ubicación adecuada puede determinar su desarrollo.
El riego es otro factor crucial. Muchas personas cometen el error de regar en exceso, lo que provoca pudrición de raíces. Observar el sustrato, la humedad del ambiente y la época del año ayuda a establecer un ritmo equilibrado. Además, incorporar humidificadores o bandejas con agua puede mejorar el entorno para plantas tropicales.
El uso de sustratos específicos según el tipo de planta —como mezclas aireadas para suculentas o ricas en materia orgánica para tropicales— mejora la oxigenación y retención de nutrientes. Complementar con fertilizaciones periódicas asegura un crecimiento óptimo, especialmente en temporadas de mayor actividad.
Para principiantes, especies como pothos, zamioculcas y sansevierias siguen siendo opciones ideales por su resistencia. Con el tiempo, muchos aficionados encuentran placer en ampliar su colección y experimentar con variedades más delicadas, creando un ambiente verde que transforma por completo el hogar.








