Martín Rapallini, referente industrial, aseguró que el golpe económico por la destrucción de depósitos y mercadería será profundo. De todos modos, valoró que la tragedia no dejó fallecidos.
Tras el incendio que afectó a un predio logístico en Ezeiza, el sector empresarial comenzó a dimensionar los daños. Según estimaciones preliminares, las pérdidas económicas serán gigantescas debido a la destrucción de instalaciones, equipos y productos almacenados.
Martín Rapallini, dirigente del sector industrial, remarcó que el impacto económico será difícil de afrontar. Sin embargo, subrayó que “lo esencial es que no hubo vidas humanas que lamentar”, algo que consideró determinante para evaluar la magnitud del evento.
El referente explicó que la rápida respuesta de los bomberos evitó un escenario mucho más grave. La zona afectada funcionaba como un “polígono abierto”, lo que significa que no estaba integrada formalmente al parque industrial, sino que operaba como depósito periférico.
La destrucción incluye bienes de distintas empresas que utilizaban el predio para almacenamiento y logística. Esto podría afectar la cadena de abastecimiento en sectores productivos clave.
Rapallini reclamó mayores controles y una actualización del registro de depósitos de riesgo, con el objetivo de prevenir incidentes similares y evitar que situaciones de negligencia pongan en juego vidas humanas.








