La diputada y candidata al Senado de Karina Milei, enfrenta nuevas acusaciones por sus presuntos lazos con redes internacionales de narcotráfico y maniobras financieras irregulares.
La diputada nacional Lorena Villaverde continúa en el centro de la polémica tras la difusión de nuevas investigaciones que la vinculan con estructuras del narcotráfico. Los registros judiciales de Estados Unidos la señalan por detenciones ocurridas entre 2001 y 2002 en el estado de Florida, y por presunta participación en operaciones de tráfico de drogas. También se sostiene que tiene prohibido el ingreso a ese país desde entonces.
Villaverde habría mantenido vínculos con Claudio Ciccarelli, señalado como primo y supuesto testaferro de Federico “Fred” Machado, un empresario argentino procesado por narcotráfico y lavado de dinero en Estados Unidos. Este nexo refuerza las sospechas sobre el rol de la legisladora dentro de una red con ramificaciones políticas y financieras.
A las causas vinculadas al narcotráfico se suman denuncias por movimientos económicos sospechosos: retiros millonarios de cheques, cobros en efectivo y la venta de propiedades en su provincia bajo condiciones cuestionadas. La diputada, sin embargo, rechaza todas las acusaciones y sostiene que forma parte de una campaña de desprestigio en su contra.
El impacto político de las revelaciones es cada vez mayor. Algunos legisladores impulsan su exclusión del Congreso por “indignidad”, mientras crece la presión para que La Libertad Avanza se pronuncie sobre su situación. En plena campaña electoral, el caso Villaverde expone una vez más las tensiones internas del espacio libertario y la necesidad de mayor transparencia en la política argentina.








