El dirigente liberal propone construir un espacio basado en la transparencia, el control de las cuentas públicas y una gestión sin privilegios. Busca diferenciarse de quienes usan la palabra “libertad” mientras acumulan causas judiciales y beneficios personales.
Juan Martín impulsa un mensaje claro: la libertad solo puede existir cuando hay honestidad y rendición de cuentas. En un escenario político donde muchos se autoproclaman defensores de la libertad, el dirigente remarca que ese valor pierde sentido si se lo mezcla con la corrupción y los privilegios.
Su propuesta se centra en recuperar la confianza de los ciudadanos a través de un modelo liberal transparente, con control real sobre los recursos públicos y una gestión abierta frente a la sociedad. La idea, asegura, es demostrar que la eficiencia y la ética pueden ir de la mano en la política.
Con esta postura, Juan Martín busca marcar distancia de los sectores que utilizan la bandera de la libertad como un eslogan vacío. “La libertad real es incompatible con la corrupción”, sostiene, y esa es la consigna que pretende llevar adelante en cada paso de su construcción política.








