En medio de fuertes reclamos internos para que dé un paso al costado, la actual diputada y aspirante al Congreso por La Libertad Avanza, enfrenta cuestionamientos por sus vínculos con empresarios investigados por narcotráfico. Aunque niega las acusaciones y sostiene tener el aval judicial necesario, su caso reavivó las tensiones dentro del oficialismo liberal.

Los cuestionamientos se intensificaron luego de que trascendiera que Villaverde fue detenida en 2002 en Florida con cocaína en su poder, causa por la que cumplió condena parcial y que, según documentos judiciales estadounidenses, nunca fue completamente desestimada. La candidata sostiene que las denuncias son parte de una “campaña sucia” y asegura haber presentado la documentación necesaria que acredita su situación legal, aunque las explicaciones no lograron calmar la tensión dentro de las filas libertarias.

El caso expone divisiones crecientes dentro de La Libertad Avanza, donde varios referentes locales y provinciales manifestaron su malestar por las decisiones tomadas desde Buenos Aires sin consulta con las bases. Algunos sectores pidieron revisar las candidaturas impulsadas directamente por Karina Milei, señalando que “no pueden representar al cambio quienes arrastran antecedentes judiciales”.

Mientras tanto, la dirigencia libertaria intenta contener el impacto político del escándalo en plena campaña, ante el temor de que el caso Villaverde dañe la imagen del espacio y refuerce las críticas sobre la falta de control interno en la selección de candidatos.

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