El entorno invita a disfrutar de actividades al aire libre como natación, kayak y trekking. Rodeada de paisajes serranos y silencio, la Cascada Cifuentes se consolida como uno de los destinos más encantadores y menos conocidos de la provincia de Buenos Aires.

Con el fin de semana largo por el Día de la Diversidad Cultural, muchos bonaerenses eligen destinos cercanos para descansar y reconectarse con la naturaleza. Entre las opciones, la Cascada Cifuentes, en el partido de Coronel Dorrego, aparece como una alternativa perfecta para quienes buscan tranquilidad y aire puro sin alejarse demasiado de los grandes centros urbanos.

También llamada Cascada de Aldaya, este salto de agua —el más alto de la provincia— se encuentra en una zona rural de suaves lomadas y vegetación autóctona. Su nombre proviene de la antigua propietaria de las tierras, y su entorno natural invita a realizar caminatas, observar aves o simplemente disfrutar del sonido del agua cayendo sobre las piedras.

El acceso se realiza por caminos rurales que atraviesan campos y estancias típicas de la región, lo que convierte al viaje en parte de la experiencia. Además de la cascada, los visitantes pueden recorrer los pequeños pueblos cercanos, probar gastronomía local y participar en actividades de turismo rural que destacan por su hospitalidad y encanto.

Con aguas claras y un entorno sereno, la Cascada Cifuentes se consolida como un rincón ideal para quienes buscan una escapada diferente. Su belleza simple y su ambiente natural hacen de este destino un refugio perfecto para desconectarse del ritmo cotidiano y disfrutar del paisaje bonaerense en su máxima expresión.

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