El gobernador volvió a marcar diferencias con la Nación. Reclamó que los funcionarios recorran el interior para conocer la realidad de la gente, advirtió que existen “dos argentinas” y prometió no acompañar ninguna medida que perjudique a la provincia.
Durante la ceremonia, el mandatario provincial remarcó que no está dispuesto a respaldar decisiones nacionales que afecten a Salta. “Yo voy a votar contra Salta que Dios, la patria y el pueblo se lo demanden a quienes lo hagan”, expresó, en un mensaje directo hacia el Gobierno central y a la dirigencia política que avala sus políticas.
En su discurso, Sáenz señaló que el país vive una desigualdad histórica: “Existen dos argentinas, la de Buenos Aires y la del norte postergado”. En ese marco, reclamó que los funcionarios nacionales “se pongan zapatillas, recorran el interior y vean cómo vive la gente” antes de impulsar medidas que golpean a las provincias.
El gobernador insistió en que su prioridad es defender a los salteños frente a un modelo que, según denunció, concentra los recursos en el centro del país y posterga al interior profundo. Aseguró que seguirá alzando la voz para que las decisiones de Nación no avancen en detrimento del desarrollo y las oportunidades de la región.








