El gobernador de Salta exigió que se inicien las obras viales postergadas y advirtió: “No voy a parar hasta que se empiecen a hacer”. Además, subrayó que la falta de caminos en condiciones “pone en riesgo vidas” y limita el desarrollo del interior.

Durante la entrega de ambulancias 4×4 en distintos municipios y parajes rurales, Gustavo Sáenz lanzó un duro reclamo al Gobierno nacional: “Con humildad pero con firmeza, que se ocupe del estado de las rutas”. El mandatario cuestionó la falta de respuestas de Nación y advirtió que las malas condiciones viales afectan directamente la capacidad de asistencia en emergencias.

En su discurso, Sáenz remarcó la gravedad del deterioro: “Las rutas nacionales están destrozadas, destruidas”, señaló con tono crítico, al tiempo que subrayó que la conectividad es fundamental para salvar vidas y garantizar igualdad de oportunidades en toda la provincia.

El gobernador pidió además una mirada verdaderamente federal, recordando que “muchos ni siquiera saben dónde queda Palermo, pero ahí también viven salteños que tienen derecho a las mismas oportunidades”. Para Sáenz, el atraso en la ejecución de las obras viales compromete tanto el desarrollo económico como la seguridad de los habitantes del interior.

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