El clásico “bajón” de la tarde no se explica únicamente por lo que comemos. Los ritmos biológicos y la actividad de ciertas áreas cerebrales juegan un papel central en esa sensación de somnolencia.

Cada día, millones de personas experimentan una baja de energía entre la una y las tres de la tarde. Aunque suele atribuirse al tipo de almuerzo o a una digestión pesada, la ciencia muestra que el cansancio posprandial tiene raíces más profundas en nuestro organismo.

El fenómeno se relaciona con el locus coeruleus, una pequeña estructura del tronco encefálico que regula la liberación de noradrenalina, neurotransmisor esencial para mantener la atención. Su actividad no es constante: aumenta en la mañana, pero cae hacia el mediodía, provocando la sensación de letargo. Este patrón obedece al llamado ritmo circasemidiano, un ciclo biológico de 12 horas que complementa al circadiano y que, naturalmente, predispone al descanso en la primera parte de la tarde.

Aunque durante décadas se señaló a los carbohidratos como responsables del sueño posalmuerzo, los estudios en humanos no encontraron pruebas concluyentes. Tampoco es cierto que la digestión desvíe sangre del cerebro. Lo que sí se reconoce es que el sistema digestivo puede influir en la actividad cerebral mediante hormonas y señales nerviosas, aunque estos mecanismos aún se investigan.

Frente al bajón, una de las estrategias más efectivas es la siesta corta. Investigaciones recientes muestran que dormir entre 10 y 20 minutos mejora la concentración, eleva el ánimo y hasta se asocia con beneficios a largo plazo, como un envejecimiento cerebral más lento. En cambio, las siestas largas superan los 30 minutos y pueden generar somnolencia residual e incluso efectos negativos en la salud metabólica.

En definitiva, el cansancio de la tarde no es solo “culpa” de la comida: responde a un reloj biológico inscrito en nuestro cerebro. Escuchar esas señales y adaptar la rutina, con pausas breves o cambios de actividad, puede ser clave para recuperar energía y productividad en la segunda mitad del día.

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