Con el justicialismo atravesado por divisiones internas y sin una conducción clara, el escenario preelectoral en Río Negro se encamina hacia una definición entre Juntos Somos Río Negro y La Libertad Avanza, que se perfilan como las únicas dos opciones con peso real en la disputa provincial.
A meses de las elecciones legislativas nacionales, el mapa político de Río Negro empieza a mostrar señales claras de reconfiguración. Según los últimos relevamientos de opinión pública, el peronismo atraviesa una de sus peores crisis en años: sin una conducción unificada y con múltiples sectores sin coordinación, ha perdido peso como fuerza gravitante, dejando un vacío que comienza a llenarse con dos espacios: el oficialismo provincial liderado por Alberto Weretilneck (JSRN) y La Libertad Avanza.
De acuerdo a la consultora de Ricardo Vignoni, hay cerca de 150.000 votantes indecisos sobre un total de 420.000 habilitados, lo que representa un 35% del padrón. Si bien este porcentaje es menor al registrado en otros años, se trata de un bloque decisivo para lo que será una contienda que, en los hechos, se perfila como un duelo entre dos grandes polos. “Ya hay un 65% de rionegrinos que sabe a quién va a votar. Eso habla de una elección que se va clarificando con anticipación”, explicó Vignoni a CNN Radio Roca.
En el escenario actual, la provincia aparece dividida en tres grandes bloques: JSRN, el espacio libertario y el peronismo. Sin embargo, la falta de liderazgo y cohesión dentro del PJ impide que este último se consolide como una alternativa real. Por el contrario, JSRN conserva el control territorial en gran parte del interior, mientras que La Libertad Avanza crece sobre todo en las zonas urbanas, como Bariloche y Cipolletti, donde el mensaje disruptivo de Milei mantiene buena recepción, especialmente entre sectores jóvenes.
El llamado «efecto arrastre» presidencial también es un factor de peso. Javier Milei obtuvo el 54% de los votos en Río Negro en las elecciones nacionales pasadas, y aunque su imagen cayó 14 puntos en los últimos meses, aún conserva una base sólida del 40%. Para muchos analistas, esto explica en parte el avance sostenido de LLA, más allá de los nombres propios. Sin embargo, Vignoni advierte que el perfil y la visibilidad de los candidatos locales también influirán en la consolidación de ese voto.
Por último, los intendentes jugarán un rol clave en la definición del resultado. Muchos todavía no se alinean abiertamente con ninguna de las dos opciones dominantes, y su apoyo podría inclinar la balanza en las regiones más competitivas. En ese contexto, la contienda se encamina hacia una disputa entre estructuras y discursos opuestos, en una provincia que parece haber dejado atrás la tradicional centralidad del peronismo.








