La Legislatura de Río Negro aprobó recientemente un proyecto en Vaca Muerta que será clave para el desarrollo energético de la provincia. Los especialistas aseguran que, si bien los beneficios se verán en la próxima década, podría ser una oportunidad única para la región.

La reciente aprobación en la Legislatura de Río Negro de un nuevo proyecto vinculado al desarrollo de un oleoducto en la zona de Vaca Muerta marca un hito estratégico para el futuro energético de la provincia. Este emprendimiento, que forma parte del plan “Río Negro 2035”, apunta a posicionar a la provincia como un actor clave en la matriz energética nacional, aprovechando su cercanía a uno de los yacimientos de hidrocarburos no convencionales más importantes del mundo.

Según especialistas, el impacto económico y social del oleoducto no será inmediato, pero tendrá un efecto transformador a mediano y largo plazo. Se estima que los beneficios más significativos comenzarán a percibirse en la próxima década, con un fuerte impulso a la inversión, el empleo y el desarrollo industrial en distintas localidades rionegrinas. Además, se espera que la obra contribuya a mejorar la competitividad logística del sector energético.

Desde el gobierno provincial, se destacó que esta infraestructura no solo fortalecerá la capacidad de transporte de crudo desde Vaca Muerta, sino que también permitirá atraer nuevas inversiones asociadas a la cadena de valor del petróleo. En ese sentido, se trabaja en paralelo con iniciativas de capacitación laboral y desarrollo tecnológico que acompañen este crecimiento sostenido.

Río Negro 2035 plantea una visión de largo plazo que va más allá del oleoducto: se trata de un plan de desarrollo integral que busca diversificar la economía, generar empleo de calidad y consolidar un modelo productivo sustentable. Para muchos, este proyecto representa una oportunidad histórica para transformar la matriz económica provincial y sentar las bases de un futuro más próspero para toda la región.

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