En las últimas horas, delincuentes ingresaron a un centro de atención para chicos con Trastorno del Espectro Autista (TEA), tras romper una de las ventanas del lugar. El hecho generó una profunda indignación entre los responsables del espacio, quienes lamentaron no solo los daños materiales, sino también el impacto emocional que esto puede tener en los niños que asisten allí.

A pesar de que el centro está ubicado en una zona transitada, las cámaras de seguridad del municipio no registraron lo sucedido y, según denunciaron, no hubo presencia policial en el momento del hecho.

Los responsables del centro expresaron su preocupación por la vulnerabilidad en la que se encuentran, ya que este no es el primer incidente de inseguridad que sufren. Señalaron que el espacio funciona gracias al esfuerzo conjunto de familias, profesionales y voluntarios, por lo que cada daño o pérdida representa un retroceso en la labor cotidiana que realizan con los chicos. Además, subrayaron que la contención emocional y la rutina son fundamentales para los niños con TEA, por lo que cualquier alteración en el entorno puede generarles ansiedad o retrocesos en sus avances.

Ante esta situación, exigieron mayor compromiso de las autoridades locales en materia de prevención y seguridad. Solicitaron que se refuercen los patrullajes en la zona y que se garantice el funcionamiento de las cámaras de vigilancia, para evitar que hechos como este se repitan. También hicieron un llamado a la comunidad para colaborar en la recuperación de los elementos sustraídos y brindar apoyo al centro, que cumple un rol clave en la inclusión y el acompañamiento de niños con TEA y sus familias.

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