Ezequiel Pereyra y Brian Paiz, imputados en la causa, no prestaron testimonio ante la jueza, mientras que el empresario Rogelio Nores enfrenta cargos de abandono de persona seguido de muerte.

Las indagatorias en la causa por la muerte del ex cantante de One Direction, Liam Payne, comenzaron este martes, con dos de los imputados negándose a declarar. Ezequiel Pereyra, empleado del hotel, y Brian Paiz, supuesto dealer, fueron los que no dieron su testimonio ante la jueza Laura Bruniard.

En la causa también están imputados Rogelio Nores, empresario y amigo de Payne, acusado de abandono de persona seguido de muerte, y se han sumado recientemente dos personas más: Esteban Reynaldo Grassi, jefe de seguridad del hotel, y Gilda Martín, gerente de CasaSur.

Las indagatorias, que comenzaron vía Zoom, se retomarán el jueves 19 de diciembre. Según la autopsia, Payne había estado consumiendo alcohol, cocaína y antidepresivos durante al menos tres días antes de su fallecimiento, ocurrido el 16 de octubre tras una caída desde el tercer piso del hotel en Buenos Aires. La investigación no ha logrado esclarecer cómo ocurrió el trágico episodio, aunque se hallaron rastros de drogas y sertralina, un antidepresivo, en el cuerpo del cantante.

SEGUÍ EN LÍNEA